La próxima boleta del servicio de energía eléctrica llegará con un reajuste promedio del 19,6%, aunque el incremento será inferior (del 17,7%) entre los usuarios residenciales. Eso quedó establecido luego de que el Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos de Tucumán (Ersept).

Desde ese organismo se explicó ayer a LA GACETA que el incremento tarifario se adoptó en virtud del cumplimiento del contrato de concesión vigente desde 1995, suscripto con la Empresa de Distribución de Energía Eléctrica de Tucumán (EDET). “Está establecido que semestralmente deben considerarse la variación de los precios de la economía y el impacto que estos tienen en el servicio de distribución de energía eléctrica”, se informó oficialmente. El contrato en cuestión establece, entre otros puntos, que cuando el aumento de los precios de la economía exceda del 5%, automáticamente se procede al reajuste tarifario.

“Como es de público conocimiento durante este año hubo una fuerte devaluación de la moneda nacional sumado a una sostenida y pronunciada inflación”, argumentó el ente regulador.

Por ello, “mediante Resolución 198/16 y 530/16 del 26 de abril y del 14 de septiembre respectivamente, se convocó, en la forma prevista por el inciso 1 del artículo 18 de la ley 8479, a sendas consultas públicas documentadas de las que participaron el defensor del Pueblo, el representante de los Usuarios ante el Ersept, representantes de Asociaciones de Defensa de Usuarios y Consumidores y ciudadanos, entre otros”, remarcó.

Contrapunto

El jueves pasado, el ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, había manifestado que no habrá nuevos aumentos de tarifas este año. Además, indicó que “los próximos aumentos de luz y gas se aplicarán a partir del 1 de abril de 2017” en forma “gradual, dos veces por año”, con los precios que “surgirán de las audiencias públicas de distribución” convocadas para “el 28 de octubre, el 25 de noviembre (a nivel nacional) y mediados de diciembre”.

Al respecto, el ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán, Juan Luis Fernández, argumentó que Aranguren relaciona los incrementos tarifarios al contexto de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires, y aclaró que no es el mismo impacto en el resto del país. “Puede que el costo de la energía esté bajo la órbita del ministro Aranguren, pero no las tarifas que, en cambio, están sujetas a los contratos de concesión que se firman en cada provincia con las empresas de distribución”, manifestó.

Según el ministro de Desarrollo Productivo, Tucumán es una jurisdicción netamente exportadora de energía, sin deuda con Cammesa, y con bajos niveles de pérdidas (rondan el 9%). “A pesar del incremento de febrero pasado, judicializado pero vigente, que representó aproximadamente una suba del 200% en la tarifa, Tucumán tiene la tarifa más baja del NOA y también está entre las menos caras del país”, remarcó Fernández.

A su criterio, “claramente esto es el resultado de un efectivo control sobre la empresa prestataria del servicio (EDET) y un adecuado plan de inversiones”.

Finalmente, el integrante del gabinete del gobernador Juan Manzur, destacó que, al igual que sucede en el resto de las jurisdicciones argentinas, los aumentos en las tarifas del servicio público privatizado se realizan dos veces al año, tomando en cuenta los valores de la economía, tal como lo especificó el ente regulador al aprobar el último cuadro tarifario que entrará en vigencia con la próxima factura de la electricidad.